jueves, 30 de abril de 2009

LA REVOLUCIÓN EMPRESARIAL DEL SIGLO XXI.

Lectura y Análisis de un Libro de Enfoque Gerencial:

LA REVOLUCIÓN EMPRESARIAL DEL SIGLO XXI.
Autor: Dr. Luigi Valdés.

Valdés señala que el paradigma de la sociedad industrial está cambiando al de una sociedad donde el principal recurso económico es y será el conocimiento y el desarrollo de la inteligencia. El conocimiento, en sus distintas formas de expresión, puede sustituir cualquier factor tradicional de producción como tierra, trabajo y capital. La sociedad del conocimiento deriva en cuatro nuevas tendencias o reglas del juego que cambian radicalmente la forma como se visualizan los negocios: el valor agregado vía conocimiento, la revolución de la tecnología, la información como el insumo básico de producción, y la capacidad de respuesta. El nuevo pensamiento empresarial se basa en el desarrollo, la estructuración y la sistematización del capital intelectual como la base de la organización del futuro.

Para Luigi Valdés, un elemento de supervivencia básico en el mundo de los negocios es “invertir en el cerebro de las personas”. Se debe tener en cuenta que la inteligencia es una habilidad que se puede (y debe) desarrollar. Y para ello, no hay métodos buenos o malos de educación: hay un método para cada uno.

Todas las épocas históricas son producto de nuevas perspectivas. Como dice M. Ferguson, la humanidad ha pasado por muchas y dramáticas revoluciones del conocimiento, grandes saltos y liberaciones repentinas de límites antiguos.

La historia de las instituciones de educación superior siempre se ha determinado por su capacidad para adaptarse a las condiciones y cambios que surgen de cada nueva perspectiva.

Cada una de ellas se dice que ha traído consigo un cambio de conocimiento, expresión introducida por Thomas Kuhn, filósofo e historiador, en su libro The Structure of Scientific Revolutions, publicado en 1962, que ha perneado en los ámbitos científicos y sociales.

Las ideas de Kuhn son de gran utilidad porque ayudan a explicar y comprender el proceso de surgimiento de una nueva perspectiva, de un nuevo conocimiento. Kuhn estableció que en el campo de la ciencia y del conocimiento un nuevo desarrollo es “un conjunto de hipótesis fundamentales sobre la naturaleza del mundo que comparten todos los que tienen una relación directa con esa ciencia o disciplina”.

Un nuevo conocimiento es un marco de pensamiento (un patrón) o un esquema de referencia para explicar y entender ciertos aspectos de la realidad. En la práctica, esos nuevos conocimientos son los supuestos fundamentales que explican cómo funcionan los procesos dentro de una disciplina determinada.

Hoy en día estamos entrando en una era completamente distinta de la que conocemos. El gran cambio lo está marcando la transición del paradigma de la sociedad industrial al paradigma de la sociedad del conocimiento.

Ante el surgimiento de esta nueva etapa, todavía hay pensadores aferrados al viejo paradigma que argumentan que estamos entrando en una era industrial avanzada, en una continuación o una adaptación progresiva de los cambios. Otros tantos hablan de la era de la información, con el inconveniente de que ésta tiene un carácter pasivo. Sin embargo, hay pensadores que prevén el nacimiento de una era postindustrial, con una estructura social muy diferente de la que hoy conocemos. Taichi Sakaiya dice: “Los pensadores del viejo conocimiento perciben sólo una actualización en tecnología, estructura industrial y estilo de vida personales, en tanto que los pensadores del nuevo conocimiento creen que el marco y la estructura de la sociedad industrial serán desplazados por formas tan diferentes como las que experimentó la humanidad en la transición de la sociedad medieval a la moderna”.

Peter Drucker denomina a esta nueva era la sociedad postcapitalista, Daniel Bell la llama la sociedad postindustrial, Taichi Sakaiya la nombra la sociedad del conocimiento y Alvin Tofler la reconoce como la nueva economía del conocimiento.

Todos coinciden en afirmar que la sociedad pensaba que la mayoría de los recursos eran abundantes e inagotables y que la riqueza dependía de su explotación. Esta misma sociedad está evolucionando hacia un mundo más consciente de que los recursos naturales se están agotando y que la única fuente de riqueza será el saber y el conocimiento humano.

El factor de producción que controlará todo, que sustituirá los factores tradicionales de producción y que, inclusive, generará la riqueza de una empresa, estado o país, será el conocimiento, que junto con la inteligencia podrá sustituir cualquier insumo o carencia y será el principal mecanismo que consolidará la nueva economía.

“En el espacio de unas cuantas décadas, la sociedad se reestructura a sí misma; cambia su visión del mundo, sus valores básicos, su estructura política y social, sus artes y sus instituciones claves… El recurso económico básico, para utilizar el término de los economistas, ya no es el capital, ni el suelo, ni la mano de obra. Es y será el saber… Ahora el valor se crea mediante la productividad y la innovación, ambas aplicaciones del saber al trabajo”, señalo Peter Drucker.

El conocimiento traducido como valor, tecnología, habilidad y oportunidad, cambiará completamente la dinámica de las instituciones de educación superior. El uso del conocimiento como la nueva fuente de generación de riqueza cambiará por completo la estructura de la sociedad y por consiguiente de las mismas instituciones. Si antes el conocimiento se aplicaba al ser, en la nueva economía se aplica al hacer. La principal función de las instituciones de educación superior será la de hacer que el conocimiento sea productivo. El conocimiento iniciará una verdadera revolución en la gestión de las instituciones de educación superior. La administración de la inteligencia cambiará la forma como se conceptualiza la institución misma y todas sus ciencias relacionadas. La rapidez con que los individuos y las instituciones aprendan será la nueva fuente de ventaja competitiva. El principal reto de la gerencia será desarrollar el capital intelectual, estructurar y sistematizar el conocimiento desarrollado dentro de la misma institución.

Según Luigi Valdés Buratti, hay dos tipos de personas: quienes están por arriba de las circunstancias y quienes no. Según el autor de La Re-Evolución Empresarial para el Siglo XXI, son los que se vencen a sí mismos quienes logran estar en el primer grupo.

Para Valdés, existen nuevos estilos de vida: se compran funciones y no productos, se quiere prontitud, se requiere de la tecnología, y se requiere de un servicio extraordinario. Esto obliga a una fuerte innovación, que necesariamente debe estar impulsada dentro de una institución.

La innovación implica poder crear futuro, para lo cual es necesario desaprender, olvidar el pasado. Por ello, el Valdés afirma: “La planeación estratégica no tiene nada que ver con las decisiones en el futuro, sino con las decisiones en el presente sobre el futuro.”

Para Luigi Valdés, un elemento de supervivencia básico en el mundo de los negocios es “invertir en el cerebro de las personas”. Se debe tener en cuenta que la inteligencia es una habilidad que se puede (y debe) desarrollar. Y para ello, no hay métodos buenos o malos de educación: hay un método para cada uno.

Remontando la distinción de las ocho inteligencias humanas que hizo Howard Gardner (lingüística, matemática, corporal, musical, espaciotemporal, intuitiva, interpersonal e intrapersonal), el autor del libro introduce un elemento importante para los integrantes de un equipo de alto rendimiento: la inteligencia emocional (I.E). Integrada por las inteligencias intra e interpersonal, la I.E. es básica para lograr un impacto favorable en los demás.

Así como es posible invertir en el desarrollo de la I.E. de los miembros de un equipo de alto desempeño para extraer de ellos todo su potencial, también se puede trabajar en el fomento de los llamados “hábitos de la gente que triunfa”. Entre estos hábitos, Valdés menciona, en primera instancia, la pasión, la disciplina y el enfoque. Se debe potenciar la capacidad de cada uno de los colaboradores para que nunca pierdan de vista su objetivo.

Luego, menciona el conocimiento profundo que deben tener los miembros de un equipo de alto rendimiento que aspiren a “hacer la diferencia”. Deben ser los que más saben de su tema en particular.

En tercer y cuarto lugar lista dos cualidades que deben ir de la mano: el coraje y la actitud. Coraje, en primer término, para estar por encima de las circunstancias. Y actitud, inseparable de la primera, porque sólo quien logre vencerse a sí mismo estará por encima de las circunstancias que le toquen en suerte.

Por ello, sostiene Valdés, la estrategia más saludable (la que dará la posibilidad de diferenciarse de la competencia) es la de invertir y apostar por los líderes, por aquellos que tienen impacto sobre los demás, por aquellos que buscan el camino.

Sin embargo, el mensaje de este mexicano con gran experiencia en seminarios y conferencias es muy "prospectivo", por así decirlo. Desde el segundo capítulo de su libro se recoge que la mejor manera de acceder al futuro con éxito, es crearlo, es decir el arte de Inventar el Futuro, haciendo especial hincapié en la innovación.

Para Valdés existen tres fuentes básicas de innovación: las necesidades percibidas de los clientes, las no percibidas y las futuras; y distingue diferentes niveles de innovación:
Gradual o incremental: Son pequeñas modificaciones o innovaciones que crean una ventaja competitiva a corto plazo, pero que son rápidamente igualadas por la competencia. Por ejemplo, los frenos ABS o la apertura de puertas automáticas, que rápidamente son incorporados por todos los fabricantes.

Radical: Son tecnologías que cambian radicalmente el mapa de competencias. Por ejemplo, lo que le hizo la computadora a la máquina de escribir, el correo electrónico al fax, la cámara digital al revelado de fotografías tradicional, las operaciones de la vista a los anteojos tradicionales.

Nuevo modelo de negocio: Descubrir nuevos modelos de negocio: Descubrir nuevas arquitecturas estratégicas que ubiquen a la empresa en nuevos mercados y nuevos negocios. Como los ejemplos del Cirque du Soleil, Zara, Dell, las aerolíneas de bajo costo, etc.

Según Valdés, la creación de nuevos modelos de negocio dependen básicamente de cuatro variables: los nuevos estilos de vida (que generan nuevas necesidades del cliente), las tecnologías emergentes, las competencias medulares o los modelos mentales de la gerencia. Pero sobre todo, para Valdés la innovación es un problema de actitud, actitud para innovar, en la mayoría de los casos las limitaciones son mentales. No cabe estar más de acuerdo, aunque probablemente también son necesarias otras condiciones para la innovación, la actitud es una de las fundamentales como también un elemento de supervivencia básico en el mundo de los negocios es “invertir en el cerebro de las personas”. El nuevo pensamiento empresarial se basa en el desarrollo, la estructuración y la sistematización del capital intelectual como la base de la organización del futuro.

Como aporte a la investigación de mi tesis doctoral una vez realizado el arqueo de la obra del autor Mexicano Luigi Valdés, titulada “LA RE-EVOLUCIÓN EMPRESARIAL DEL SIGLO XXI”, me parece importante destacar el debate sobre lo que se denomina “Conocimiento”, y “Capital Intelectual” para intentar escudriñar los descriptores que emergen del discurso del autor, y que a decir de otros autores contemporáneos como Beer (1986), Tofler (1980) Druker (2002); Nonaka (1998) y Tasscopt (2004) propician el desmoronamiento de las lógicas organizacionales, y con ello las formas de pensar y de actuar heredadas del modelo gerencial, instaurado en la modernidad.

En este contexto, gerenciar el conocimiento es un factor crítico de éxito (lo que hay que tener o generar para alcanzar el éxito), más aún si reconocemos que las instituciones en su conjunto despliegan su accionar en el marco de un entorno inédito de cambios, como el que vivimos en nuestros días, donde las redes, aplicaciones empresariales y el llamado “capital intelectual”, convergen para habilitar transformaciones en diferentes direcciones; para lo cual es crucial lograr la adaptación, regulación y control organizacional.

El capital intelectual es todo el inventario de conocimientos generados por la empresa y expresados como:
• Tecnología: patentes, mejora de procesos, productos y servicios.
• Información: conocimiento de clientes, proveedores y competencia.
• Habilidades desarrolladas en el personal: solución de problemas en equipo, comunicación, manejo de conflictos, desarrollo de la inteligencia.

Todos estos elementos unidos y orientados para crear valor agregado constituyen el capital intelectual. El énfasis de éste está en el uso del conocimiento y la tecnología para sustituir cualquier factor de producción e incrementar el valor de los servicios que ofrece una institución. Mientras más inteligencia use una institución, es más fácil que genere valor y lo exprese en distintas formas y funciones; es así como una institución de educación superior debe apalancar sus actividades de investigación para el uso del conocimiento y la tecnología en el desarrollo de saberes.

La visión de este autor en su libro es muy "prospectiva", por así decirlo. Desde el segundo capítulo de su libro se recoge que la mejor manera de acceder al futuro con éxito, es mediante el uso del conocimiento y la tecnología, haciendo especial hincapié en la innovación. La lectura del libro de Luigi Valdes me aporto en mi investigación doctoral de manera detallada las principales tendencias de la gestión del conocimiento, el capital intelectual y la innovación, el como enfocar estos factores críticos de éxito de manera prospectiva, y la estrecha relación de los mismos para el desarrollo de saberes en proyectos de investigación dentro de una universidad.
BIBLIOGRAFÍA

Beer, S. (1990). Diseñando la Libertad. México: Fondo de Cultura Económica.

Beer, S. (1996). Diagnostico de Organizaciones Complejas. England: Jhon Willey Song.

Drucker, P. (2002). La gerencia en la sociedad futura. Colombia: Norma.

Hartman, H. (2004) Net ready. Preparación para la Red. México. Mc Graw Hill.

Porter, M (1998) Ventajas Competitivas. Editorial Deusto.

Tapscott, D. (1996) Cambio de Paradigmas Empresariales. México. Mc Graw Hill

Tapscott, D. (1997) Economía Digital. México. Mc Graw Hill.

Toffler, A(1990) La tercera Ola. Editorial Norma.

Valdés, Luigi (2004) La Re-evolución empresarial del Siglo XXI. Editorial Norma.

1 comentario:

qamrayaney dijo...

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